martes, 7 de diciembre de 2010

LAS MISAS DE AGUINALDO EN CUMANÀ, UN PUEBLO GENEROSO



LAS MISAS DE AGUINALDOS EN CUMANÀ, UN PUEBLO GENEROSO





ELIGIO DAMAS



I



Las misas de aguinaldo. La romería a Puerto Sucre.

Francisco Reyes, el chichero del mercado, hacía su “agosto” en diciembre. Él y Antonio, joven quien apenas sobrepasaba la adolescencia y le servía de ayudante, tanto en la preparación del producto como en su expendio, no se daban abasto para atender tanta clientela. Al lado suyo, en lo que era a un largo salón del “mercado nuevo”, aquel que estuvo detrás de la calle “del baño”, llamado así, porque no hacía mucho tiempo atrás había sustituido al ubicado frente al cine Paramount, donde hoy está el teatro “Luis Mariano Rivera”, en el espacio de la fuente luminosa aledaña al parque Ayacucho. Las empanaderas también aprovechaban el rebullicio propio de la época, pues chicha y empanada, al final de cada misa de aguinaldo, eran como el pastel (hayaca) y dulce de lechosa de la cena navideña.
Las misas de aguinaldo, que comenzaban la madrugada del 16 y terminaban la del 24, les reportaban cuantioso beneficio. Lo que no significaba violar las reglas de la decencia ni la dignidad que prevalecían sino recibir lo correspondiente al trabajo decente. En el pueblo todo era así.
En la Iglesia de San Francisco de la parroquia Santa Inés se congregaban sus feligreses. Los de Altagracia acudían a su templo, ubicado en la calle Bermúdez, más conocida como calle Larga. La misma donde cayese abatido Ramón Delgado Chalbaud, en 1929, cuando invadió Cumaná, habiendo llegado a puerto en el conocido barco Falke. Gómez, prevenido de los planes de invasión, envió al General Emilio Fernández, compadre del invasor, a comandar en Cumaná.
En esa iglesia de Altagracia, monseñor Ramírez, un prelado ejemplar, generoso y sabio, tanto como para vivir con humildad, servir cuanto pudiese y sobre todo, hacerse querer, no por obediencia sino por solidario, era pese su jerarquía el siempre oficiante de la misa.
Al finalizar cada ceremonia, los reunidos en San Francisco, en su mayoría, se dirigían, a través del puente antes señalado, hacia el muelle de puerto Sucre, pasaban frente a la iglesia de Altagracia, punto en el cual, los fieles o, para mejor decir, “miseros” de ésta, se unían a la romería.
Quienes partían de San Francisco, solían decir “vamos a recoger a los de Altagracia para seguir a puerto Sucre”. En el camino, como ríos tributarios, se sumergían en la multitud, aquellos que esperaban a la puerta de templos menores ubicados en la vía, sitios cercanos o quienes se levantaban tarde.
¿Qué sentido tenía aquella marcha; sobre todo el final?
La pregunta me la hago ahora a esta altura de la vida. Al recordar que una vez llegado al embarcadero o como solíamos decir, al muelle, moría la marcha. Bastaba llegar allí, para que casi inmediatamente la gente tendiese a dispersarse.
No recuerdo ninguna explicación de aquel extraño proceder; quizás se perdió en la memoria colectiva y nadie tuvo interés en encontrarla. Tampoco el origen de aquella costumbre y hasta casi poética manifestación. Las misas debían terminar en el mar, en una pequeña ciudad donde el mar era la vida. La marcha en sí y por las relaciones y acontecimientos que en ella se daban, llenaba todo, era suficiente explicación y se justificaba.
No se realizaba ningún ritual, salvo la multitudinaria caminata, por demás alegre y la llegada al sitio antes señalado; los cantos cándidos de los aguinalderos, el bailar de las comparsas, el tronar de los cohetes y las risas de todos, por una razón u otra y, sobre todo por efectos de los cascarones. Unos pocos, ya en el muelle aprovechaban para pescar, sobre todo para matar el tiempo o divertirse; aquel sitio no era el más apropiado para aquella actividad, todo lo contrario de las playas no muy alejadas.
Quizás, pienso ahora, a unos cuantos años de distancia, que la contaminación que ya allí había, en la zona operacional del puerto, por la presencia de algunas grandes embarcaciones, hasta trasatlánticos, que desde puertos lejanos allí llegaban, impedía la presencia de especimenes apetitosos y en cuantía. Los pocos barcos a motor en la zona, transitaban por una vía específica, por el noreste hacia el muelle. La zona del golfo y su amplia entrada, no era afectada por aquellas embarciones.
Desde los primeros días de diciembre comenzaban los preparativos. Todos operaban como coordinados por una mano mágica. Era una orden ancestral que ponía todo en movimiento. Los sacerdotes, con sus respectivos ayudantes, hacían lo necesario para que las iglesias estuviesen impias, adornadas y con todo a punto para arrancar el dieciséis al amanecer. Desde los primeros días de diciembre, cada cierto tiempo, las campanas repicaban de un modo que parecían alegres a manera de entusiasmarnos para las fiestas. Por supuesto, la tarea primordial era el nacimiento, como decíamos entonces o pesebre, infaltable en las misas decembrinas. En cada casa habìa alguno, aunque fuese humilde y poco elaborado . No había excusa para su ausencia.
Cada misa, desde el día antes mencionado, hasta la del 24, a las doce de la noche, que conocíamos popularmente como la “misa del gallo”, se ofrendaba a alguna agrupación o institución que la solicitase a la autoridad religiosa respectiva. Así, se celebraban las misas de los choferes, la más festejada y concurrida, por la animosidad de los trabajadores del volante, estudiantes, carpinteros y así hasta el 23. Recuerdo que las ofrendadas a los dos primeros grupos, invariablemente se celebraban todos los años.
Esas agrupaciones daban inicio a la convocatoria, ayudándose unas con otras, por la población toda, mediante “radio bemba”, la Publicidad Sol”, una emisora de circuito cerrado que se escuchaba en varios sitios de la pequeña ciudad y los curas mismos, quienes por parlantes, colocados en lo alto de cada templo, lanzaban sus mensajes.



II



De un barrio de pescadores

Mientras estuvo en el pueblo, a partir de cierta edad, cuando se atrevió, estando todavía en la escuela primaria, a alejarse del barrio e ir más allá, al centro, donde pudo establecer nuevas amistades, hasta que salió a procurar entrar a alguna universidad, en un país donde aquèllo era casi imposible para quien debía jalar tren para comer, nunca faltó a la exquisita y romántica romería.
Pocas veces podía darse el lujo de lanzar cascarones porque su costo estaba por encima de sus posibilidades; pero nunca, al regreso de Puerto Sucre, cada mañana en el mercado, dejó de tomar la chicha de Francisco Reyes y consumir las exquisitas y crocantes empanadas. ¿Quién pagaba? Entre la gente de su pueblo siempre había una mano tendida y una actitud solidaria, igual como si se estuviese a la orilla de la playa.
Desde que pudo aventurarse al centro de la ciudad, lo que comenzó cuando estaba al final de la escuela primaria amplió sus relaciones, conoció nuevos amigos y pudo integrarse a actividades diferentes a las habituales del barrio, sabana, manglar y de la orilla de la playa, su pequeño pero fascinante mundo. Había vivido atado al mar, la playa y las actividades que en ésta se desarrollaban. No sólo porque estaba cerca, sino que era un problema de subsistencia.
Entre aquellos pescadores, guiados por un exquisito sentimiento de solidaridad, subsistencia, distribución generosa y racional de los productos del trabajo, se sentía feliz, pues aprendió el sentido del deber que siempre tradujo en una frase que con frecuencia repite:
“Todos tenemos algo que dar, nada noble nos impide aportar. Aunque sea el humo de los pulmones”.
Aquellos hombres, en su mayoría eran analfabetas, pero sabios; sobre todo en lo relacionarse con su ambiente y entre ellos mismos. La cultura, información que manejaban era escasa, pero su percepción sobre la especie humana, los recursos del medio y el respeto y cuidado con ellos era como uno quisiese que fuésemos ahora. ¿Por qué sería aquello así? Quizàs porque no había nada què guardar, y hasta ni dónde hacerlo. No había refrigeradores donde almacenar la pesca ni bancos cerca dònde depositar dinero. Este mismo era escaso.
En las reuniones de la playa, en cualquier época del año, cuando se iniciaba el preparativo del “sancocho”, cocimiento de eso que el pueblo llamaba verduras o vituallas, compuesto por ocumo, blanco o chino, auyama, yuca y condimentos específicos como ají dulce, cebolla, ajo y, por supuesto el pescado fresco de allí mismo, el “salido” del bote, del tren, la tarraya o pescado al anzuelo casi en la orilla, decía “aquí cada quien tiene y debe aportar algo, aunque en la tarea de soplar la candela” para que la incipiente llama prenda en las ramas amontadas previamente por otros deseosos de contribuir.
Comenzó a asistir con frecuencia a las plazas del centro, donde se reunían los estudiantes más avanzados, los del bachillerato, quienes cada noche, ocupaban bancos y espacios mal alumbrados, para invertir el tiempo escamoteado al estudio y ejecución de tareas escolares, a la tertulia rica, que allá en el barrio era distinta.
Cada noche, en el barrio, se mezclaban bajo la luz mortecina de algún poste, cuando unos pocos plantaron en el largo camino que por allí pasaba, adultos, adolescentes e infantes, a conversar para matar tiempo y esperar la llegada de la hora de dormir.

III

Las tareas de pesca

Era una red inmensa; le llamaban chinchorro; tejida con paciencia por hombres que sabían esperar. Nacidos con instintiva disposición para ello; no apresuraban el paso de las horas. Pescar, sobre todo en alta mar, en la pesca profunda, demanda mucha paciencia y concentración. Hay que esperar y estar atentos para sentir los tirones, cuyas manifestaciones, llegan a la superficie en veces muy tenues. Hasta estar preparados para distinguir si las señales son producto de peces u otra circunstancia. En fin de cuentas, al final del largo día, al ocultarse el sol, dormían tranquilamente, con la certeza que al despertarse, se iniciaría una nueva ronda, poco distinta a la anterior. Por eso, podían tejer y hasta destejer, para como detener el tiempo, hasta concluir aquellas redes gigantescas. No había nadie que les apresurase ni interés alguno por terminar antes de tiempo el trabajo antes que aquella estuviese concluida, tal como bien sabían hacerlo. Sin pito que anunciase el inicio y el final de la tarea colectiva. Todos los días, uno tras otro, hacían las mismas cosas, por lo que pudieron haber creído que estaban destinados hacer lo mismo eternamente; repetir y repetir. Siendo así, ya todo estaba hecho y no había nada por hacer. Entonces ¿para qué apresurarse? Nadie mandaba; el mayor, el más experto, sin disposición alguna emanada de ninguna parte, autoritarismo, asumía el liderazgo. Este surgía casi de manera natural. No se hacía campaña para encontrar al líder. Había una inteligencia infinita para aceptarlo, sin miramientos. A nadie se excluía, ninguno se evadía o marginaba a la hora de participar en el diseño del trabajo, en la toma de decisiones. Eran todos como uno solo y aquello funcionaba con eficiencia, cordialidad y una casi milagrosa coherencia. El ritmo del trabajo era como una bendición de Dios. Allí no había gerentes con post grado, psicólogos ni egresados de universidad alguna.
El mar estaba allí, se movía con paciencia, rara vez alteraba su ritmo, lo que sucedía sólo en grandes ocasiones como los terremotos; pero estos se presentaban entre el vivir de dos o tres generaciones. Su generosidad y capacidad para brindar abundantemente sus riquezas, no obligaba a la gente a vivir con apuros y menos con desconfianza o abrigar la idea que mañana sería distinto a hoy. No había pues nada que guardar, ocultar o atesorar, el mar lo disponía así.
Al fin, sin sueldos atrasados, intereses por pagar, la grande y voluminoso red, estaba lista. Se podía lanzar al mar.
Varios pescadores, sumando sus recursos, uno a uno, con generosidad, solidaridad y mutuo respeto profundo, compraron los implementos y material para construirla. Trabajaron, tejieron, festejaron cada paso, puntada, el destejer y reinicio de la tarea, bajo una relación de igualdad. Propietarios comunes y participantes por igual en la tarea.
Al final, la red gigante era de todos. No había motivos para huelgas, protestas por la propiedad pues hasta el mar era de todos. Y éste se les entregaba hasta con demasiada mansedumbre. La mar era una madre prodigiosa, tanto que suministraba sus productos en abundancia y se aseguraba que los hombres, mujeres y niños que cerca de ella vivían, tanto como haber aprendido a amarle, se amasen entre ellos y dispusiesen de los bienes que ella prodigaba, con discreción, equilibrio y racionalidad.
Cuando la red estuvo lista se dispusieron a lanzarla al mar. Allí mismo; no más de cien metros de la orilla, donde iban a recostarse las mansas olas.

IV

IV


Los cascarones

En una esquina de la plaza Bermúdez, por primera vez compramos los cascarones aquel año. Cuando llegamos a aquella casa había más de dos docenas de personas, entre adolescentes y adultos en busca de lo mismo. Era lo más novedoso, lo último de la creatividad infantil e ingenuo, para la celebración de las misas, hasta la navidad misma, el levante, lisonja o requiebre. Pero menos cursi que aquello de dejar caer el pañuelo o hacerse la víctima para llamar la atención.
Los tales cascarones eran simples cáscaras de huevo a las cuales le abrían un orificio muy pequeño, lo suficiente para extraer yema y clara, de modo que se pudiesen usar para estos fines. Una vez limpias y secas, se les llenaba con líquido, generalmente agua de colonia barata. Luego se cerraban con cera, la que se blanqueaba o procuraba dar el color de la cáscara con algún polvo, almidón o talco nacarado.
Pensemos un instante lo laborioso del trabajo. Desde meses atrás, quizás desde el día siguiente de finalizadas las misas de aguinaldos, quienes se ocupaban de aquello con fines comerciales, comenzaban la cuidadosa tarea de reunir las cáscaras que pudiesen utilizar para sus fines. Un huevo abierto en demasía se desechaba.
Pero también habían los cascarones, abundantes en el “mercado informal” de menos sutileza y buen gusto. Los agresivos y discordantes siempre han existido. En veces hacen falta.

El ron de ponsiguè

Noel era el experto, prodigioso y exquisito “alquimista”. Los demás debíamos aportar los ingredientes que demandaba y ejecutar las tareas de “carpintería”, mientras preparaba el cocimiento y durante el posterior proceso para elaborar, lo que llamábamos un ron de ponsiguè al instante o, “Express”, como ahora se suele decir.
El ron de ponsiguè, bebida casi típica de los cumaneses, se prepara macerando el ponsiguè el mayor tiempo posible. Se recogía el fruto, cosa nada difícil en aquellos tiempos que el árbol se encontraba en todas partes, tan abundante como el cocotero, cujì o yaque y la sábila, lavaba cuidadosamente y con un algún instrumento como una aguja o espina de cujì, le abrían pequeños orificios; se introducían en botellas previamente seleccionadas, preferentemente de color ámbar y las cuales se llenaban de ron blanco, el mismo que en el lenguaje coloquial se le llamaba “lava gallos”. Por aquella vieja costumbre de los galleros de rociar partes del cuerpo del ave de riña, sobre todo el cuello y la cabeza, con ese líquido usando la boca como aspersor.
Generalmente las mujeres, al comenzar el año, iniciaban la maceración para el consumo decembrino. Allá en el pueblo, esta bebida formaba parte obligada de las celebraciones, tanto como el pan con jamón, el dulce de lechosa y por supuesto, la reina o rey de la fiesta, que nosotros llamábamos pasteles, antes que ese poderoso mecanismo publicitario, la televisión, nos pusiese a todos los venezolanos a llamarle hayaca, como los caraqueños y casi exclusivamente a escuchar gaitas cual si fuésemos zulianos, en lugar de aguinaldos.
El arrume de ponsiguè, recogido por nosotros sin salir del pueblo, era más que suficiente.
“Bueno, muchachos, laven con cuidado el ponsiguè y me lo meten en este canarìn”.
Llamábamos así la enorme olla de aluminio que había traído, tan grande como la del chichero del mercado.
Una vez lleno el envase con los frutos y habiendo Noel prendido la cocina de querosén, se le agregaba agua suficiente y se le dejaba hervir.
Cuando el cocimiento estaba listo se le dejaba reposar por cerca de veinticuatro horas. De allí en adelante, Noel asumía la tarea solo y sin testigos. Lo poco que recuerdo es que con una enorme cuchara de madera agitaba aquello tratando de licuar el ponsiguè. Era una tarea ardua. Mientras removía el cocimiento le agregaba azúcar con prudencia y otras cosas que siempre mantuvo en secreto.
Después de aquel trabajo laborioso, volvíamos de nuevo los demás a participar bajo las órdenes de Noel. El contenido de la olla se pasaba por un cedazo, procurando licuar aquello y se recogía en otra de similares dimensiones.
“Ya hemos terminado el trabajo más duro. Ahora vaciemos el ron en esta otra olla”. Ordenaba Noel, el sacerdote de aquel como ritual.
Destapábamos las botellas de ron y las vaciábamos en donde estaba depositado el resultado final del cocimiento. Volvía Noel con paciencia y cual si estuviese batiendo el cobre, a revolver aquello hasta que se mezclase convenientemente y alcanzase eso que llamábamos el punto. El probar y siempre darle el visto bueno, era algo que a uno le embargaba de placer. Pero había que terminar el trabajo.
Al final, llenábamos tantas botellas como fuese necesario de aquel brebaje; un ron de ponsiguè sin la maceración lenta del típico, con la premura e improvisación de la juventud. Con él festejábamos navidad y sobre todo en “las frías” madrugadas de misas de aguinaldo



V




Jalando chinchorro, una tarea que la vanguardia sola, no puede ejecutar. Necesita el empuje de la gente.

Dos veces al día, a las diez y media de la mañana y cuatro y treinta de la tarde, unos cuantos muchachos, entre ellos mi hermano y yo, después de salir de la escuela, acudíamos presurosos a la playa. Eran los instantes, como convenidos con la escuela, de iniciar el jalar el chinchorro hacia la playa.
Antes, tanto a temprana hora de la mañana como al mediodía, los pescadores expandían la red en el mar, como a cien o ciento cincuenta metros de la orilla de la playa. En varios botes, peñeros pequeños, la transportaban por partes y los de abordo la iban distribuyendo en el espacio marino. No tardaba la relinga, hilera de plomos, en apoyarse en el suelo marino para cerrarles escape a los peces. Allí permanecería justamente hasta la hora y punto que nosotros llegaríamos, después de salir de la escuela, pasar por casa y cambiarnos a la manera adecuada para la tarea a emprender.
Como si fuese un santo y seña, al traspasar la laguna y el manglar que a la playa separaban de la sabana y ser avistados por los pescadores, se iniciaba la faena. Sendos grupos de pescadores, de tres o cuatro hombres cada uno, se colocaban en los extremos del chinchorro que previamente habían colocado formando un arco. A la orden del patrón, generalmente el más experimentado, condición que se sabía reconocer con buen juicio y hasta generosidad, empezaba el jalar por los extremos, en línea recta hacia la orilla. Aquella tarea, por las dimensiones del apero de pesca, la fuerza del agua y su movimiento, requería fuerzas superiores a la que podían aportar aquellos seis u ocho hombres.
El patrón estaba conciente que su sola voluntad no era suficiente, tampoco la participación de quienes le acompañaban. Había asumido con sus compañeros pescadores, propietarios de botes y hasta “socios” de la red o chinchorro, aquella tarea que seria de todos los días, como parte de la herencia cultural, pero sabía, como conductor, que ellos solos no podían culminarla. Se necesitaban otras fuerzas. Sería un trabajo de muchos. Lo sabía porque la vieja costumbre, solidaria y generosa de los viejos, sus padres y abuelos, le había enseñado. Y comenzaba el jalar hacia la orilla. Cada uno de quienes allí participábamos, jalando el chinchorro, al pisar el fondo marino, le imprimíamos un rumbo a la marcha, por el apoyo, la resistencia del lecho, el empuje y la coordinación del esfuerzo. El patrón sabio y sus más cercanos colaboradores, humildes pescadores todos, marcaban rumbo y ritmo de la marcha hacia la orilla señalada, del pequeño grupo que jalaba hacia la orilla.
En la medida que los extremos de la red emergían del agua eran depositados en la playa, en puntos previamente establecidos; quienes salíamos halando, volvíamos al mar a continuar tirando, màs o menos, desde la posición inicial. Al fin, pasado cierto tiempo, según el empuje de la ola, la carga que arrastraba el chinchorro, aquel instrumento siempre pesado, arribaba a la orilla y en ella, en la arena limpia y fina, se esparramaba la carga.
El mar era y es de todos, la vida en él, también está a la generosa disposición de los hombres, quienes pueden disponer de ella con racionalidad y equilibrio: la red y los botes de los pescadores y, a la fuerza de trabajo de ellos, se agregaba la nuestra.

VI

Al terminar la misa, desde San Francisco, pasando por Altagracia, en romería, nos íbamos Puerto Sucre.

Marchábamos formando grupos. Porque era una jornada que como ya dijimos preparada de manera casi espontánea pero ordenada. Cada quien andaba en donde y con quienes le correspondía. Un lote lo integraban, como el mío, amigos de distinta procedencia. Compañeros de estudio que compartíamos la práctica deportiva y hasta formábamos en los mismos equipos. De otros institutos o trabajadores, de aquellos que no tuvieron la paciencia para seguir en la escuela, pero ligados a los primeros por otras cosas, como el deporte o el participar en las mismas tertulias de cada noche en las plazas bajo la luz mortecina de los faroles.
No obstante, casi todos quienes en aquellas marchas íbamos, nos conocíamos; éramos amigos y paisanos. Todo eso era suficiente para que fuésemos solidarios y pudiésemos compartir aquellas jornadas fraternales.
Cada noche, durante la realización de las misas, nos reuníamos como de costumbre desde años atrás, cuando comenzamos a sentirnos independientes, a hacer los preparar, lo que nosotros llamábamos “ir a la misa”. Porque a decir verdad, casi ninguno de nosotros entraba al templo, a menos que lo hiciésemos para corroborar alguna presencia que nos interesaba.
Luego, tempranamente, a acostarnos para no quedarnos dormidos. Casi todos procedíamos de la misma forma. Cerca de la cama arrimábamos una silla sobre la cual colocábamos todo lo necesario para vestirnos. Era la forma adecuada para no encender luz que perturbase a los demás y vestirnos con la mayor prontitud. Era como imperativo llegar muy temprano, antes que se iniciase la misa, pese a que, en sí, ésta a uno poco o nada interesaba.
Generalmente tendíamos a agruparnos por sexo. Adelante caminaban las muchachas, lindas, alegres y coquetas.
Detrás los muchachos, mayormente tímidos y sobre todo respetuosos. De repente, de algún grupo, salían disparados cascarones. Estos, al reventar sobre los vestidos amplios de las muchachas o en el suelo, cercano a ellas, para que apenas fuesen salpicadas, no causaban ningún daño. Se daba inicio a un disimulado intercambio, de varones a hembras y viceversa, sin detener la marcha. Las risas juveniles y hasta de adultos, acompañaban la marcha y el intercambio de los cascarones.
Era como mal visto que un joven lanzase un cascarón a otro. No era lo habitual y muy pocos se exponían a que mal se les juzgase.
Lanzando cascarones, cohetes que reventaban en el espacio aéreo de la calle larga, lanzando alegres risotadas, llegábamos al fin al puerto, donde se terminaba la marcha.
Abriendo la caminata iban los músicos. Los mismos de la retreta de noches de domingo y días de fiesta. Más atrás, mezclados entre los caminantes, los aguinalderos, con su cuatro, bandolín, maracas, hacían que todos cantásemos y abundantemente los cohetes reventaban en el cielo.
Desde que arrancaba la marcha las botellas de ponsiguè, prodigioso brebaje, que en el grupo nuestro preparaba Noel, iban de mano en mano hasta agotarse.
Ahora, más o menos dispersos, manteniendo sólo la unidad del grupo de amigos íntimos, siempre más pequeño que aquel que salió de San Francisco o Altagracia, iniciábamos el retorno hasta el mercado.
Al día siguiente, hasta el amanecer del veinticuatro, se repetiría aquella caminata.

VII


Repartiendo el producto del trabajo.

Dos para mí, dos para él, dos para el tren, dos para el bote, uno para ti. Volvamos a empezar. Y estos para el mar.
Llegó la hora de la repartición. La pesca es buena. Aunque hay varias peces que todavía no han alcanzado el tamaño apetecible y es posible y necesario dejarles que lo alcancen. Al final de la jornada, todos éstos volverán al mar. Era la ley natural a la que aquella humilde gente se amoldaba. No había excusa ni motivo para violarla o proceder de otra manera.
El patrón y algunos pescadores se acuclillaban al lado del promontorio formado por la pesca. Lo primero que hacían era seleccionar aquellas especies que volverían al mar y las iban lanzando con delicadeza. Luego clasificaban la pesca atendiendo al tamaño y especies. Los corocoros de un lado, catalanas en otro, cojinúas en este sitio. Los grandes aquí, los medianos allá y pequeños en este sitio.
Comenzaba el reparto del trabajo, sin explicación alguna, pues lo harían como los ancestros. La regla era por todos conocida y acatada. No obstante, para quienes estos lean, habremos de explicarla, en ayuda del patrón.
Tres para mí, como patrón y propietario de bote. Tres para cada uno de mis compañeros, por su trabajo previo, el posterior, cuando ustedes se hallan ido y sus botes. Uno más a cada uno de nosotros, por el tren. Uno a cada uno de ustedes por el trabajo de jalar la red hasta la orilla y ayudar a recalar los botes. Así se repartía hasta que el promontorio de peces se agotaba. Mientras se iba repartiendo, otras veces, quienes de aquello se encargaban, regresaban al mar lo que fuese necesario y hasta obligatorio.
Al final, su hermano y él, regresaban al barrio con una inmensa guinda de pescado cada uno. Lo que uno sólo de ellos había recibido, en aquella generosa repartición, sobraba para la comida de la casa. Pues al día siguiente, a las diez volverían de nuevo a la faena. En su casa y en ninguna del barrio había nevera. Por eso, entraban a diferentes casas cada día y dejaban parte del pescado. Aquel gesto, que hacían otros muchachos, no era en vano, siempre se recompensaba. Así era aquella gente. Había un permanente intercambio:
Nadie conservaba para sí lo que le sobraba y faltaba a otro.
Repartir el producto del trabajo con aquel criterio era demasiado generoso; distinto al proceder impuesto por los valores civilizado de ahora; aquella conducta valoraba el trabajo y que el mar, para decirlo recordando a Ciro Alegría, “es ancho y ajeno”.
Eso que ahora suelen llamar progreso pareciera egoísta y hasta poco civilizado.

VIII


El arribo al mercado.

Muchos grupos, cada uno por su lado, al regreso arribaban al mercado. Era el sitio como secretamente convenido para poner fin a cada jornada que creían relacionada con la misa. Tampoco nadie sabía cómo empezó aquello, pero el paso final de cada misa. Finalizadas éstas, pocas veces volvían a aquel sitio.
Tras un mostrador de concreto sobre el cual había dos enormes ollas de aluminio repletas de chicha de arroz, Francisco y Antonio, servían a la multitudinaria concurrencia. Muy cerca de ellos, casi al lado y al frente, separados por un nada amplio pasillo, estaban las empanaderas. Tomar uno o dos vasos de la primera ya misma cantidad del producto de las segundas, significaba el final de aquella navideña jornada.
Entre la gente de su pueblo siempre había una mano tendida y una actitud solidaria, igual como si se estuviese a la orilla de la playa.

domingo, 29 de agosto de 2010

LOS DOMINGOS DE DÌAZ RANGEL


Portal Venezuela

Publicado por Eligio Damas

SOBRE LAS PRÒXIMAS ELECCIONES EN VENEZUELA

LOS DOMINGOS DE DÌAZ RANGEL

UN SISTEMA INSUPERABLE


Autor: Eleazar Díaz Rangel
Director del diario “Ultimas Noticias”. Caracas. Venezuela

Menos del uno por ciento fue la diferencia entre los votos por el NO y los del SI en el referendo sobre la reforma constitucional de 2007. En las 12 votaciones habidas desde diciembre del 98, cuando fue electo presidente Hugo Chávez, era la primera donde se imponía la oposición. Dijeron entonces que el CNE no había totalizado porque la ventaja habría sido mayor y desde el oficialismo se respondió que contaban lo que faltaba, habría ganado el SI y las consecuencias serian impronosticables. La verdad, en el supuesto que hubieran faltado votos por escrutar, la proyección hace suponer que la diferencia habría seguido siendo mínima.

El caso es que, conocido los escrutinios, el 50,7% por el NO y 49,29% por el SÌ, antes de una hora los chapistas reconocieron su derrota, reiterando su absoluta confianza en el CNE.

Pero no ha sido esta la única ocasión en que el MVR antes y el PSUC ahora pierden una elección. Fueron vencidos en varias gobernaciones, últimamente en las del Zulia, Carabobo, Miranda, Táchira y Nueva Esparta y en varias alcaldías, comenzando por la Metropolitana. Algunas veces por escasa diferencia, pero nunca se cuestionaron los resultados. Más de 200 veces han sido derrotados.

No es ningún atrevimiento afirmar que el sistema electoral venezolano figura entre los más observados, controlados, vigilados del mundo, y pocos están más automatizados. Ha sido probado docena de veces y nunca nadie ha demostrado fraude alguno. Por eso se sigue recordando a Ramos Allup cuando, pocas horas después de anunciarse la sólida victoria de Chávez en el referendo presidencial de agosto de 2004, declaró que “mañana comenzaremos a presentar las pruebas del fraude”, y afortunadamente, los pocos que le creyeron esperaron sentados.

Su conocimiento y experiencia como observador llevó hace poco a decir al ex presidente Jimmy Carter, en reunión en Atlanta con gente de los países andinos, que el sistema electoral venezolano era invulnerable. En el CNE, Vicente Díaz, de posiciones opositoras inequívocas e irreductibles, declaró hace poco que “las elecciones están blindadas. No hay forma de hacer fraude. Quienes siembran dudas buscan promover la abstención”, y hasta María Corina Machado debió reconocer que “para este proceso se van a abrir más de 54% de las cajas, se modificó el software y hoy no es posible violar el secreto del voto”.

Las elecciones del 26-S van a ser observadas por 101 invitados del exterior, incluidos las 47 autoridades de organismos electorales, entre los cuales vienen cuatro de EEUU, seis eurodiputados, e incluso cuatro senadores chilenos, que supongo no serán los mismos que ya se pronunciaron contra el sistema electoral.
Ese blindaje está reforzado con las auditorias. Ya han realizado siete, cuyas actas están suscritas por representantes de todos los partidos y grupos de electores, quedan pendientes otras siete, y la más compleja de todas, de las máquinas de votar, comenzó el 25 y termina el 16 de septiembre. El domingo 26-S votaremos electrónica y manualmente, como en ninguna parte, cuando se escrutan se cotejan ambos resultados, y de ñapa, se abrirá una de cada dos urnas de votación. ¿Qué más quieren? ¿Habrá algún sistema electoral en el mundo más auditado que el venezolano?

Y sin embargo nunca escucharán a los opositores decir que reconocerán los resultados.

Una crítica justa es la parcializaciòn de los medios de comunicación estatales. El CNE podrá y debe hacer algo, aunque en esta Venezuela de la crispación, lo ideal es un equilibrio de todos los medios, al menos en el área informativa.
Tomado del diario “Últimas Noticias”. Caracas, 29-08-10

lunes, 26 de julio de 2010

PIDEN INVESTIGAR DENUNCIAS DE FOSA COMÙN CON 2 MIL CADÀVERES


EN COLOMBIA

PIDEN INVESTIGAR DENUNCIAS DE FOSA COMÙN CON 2 MIL CADÀVERES

PIEDAD CÒRDOBA DIJO QUE SERÌA LA TUMBA ILEGAL MÀS GRANDE DE AMÈRICA LATINA
Publicado por: Eligio Damas

Portal Venezuela

Bogotá.- Los congresistas opositores colombianos Piedad Córdoba e Iván Cepeda exigieron ayer que se investiguen denuncias de habitantes de un pueblo del centro del país sobre la existencia de una fosa común que la estarían sepultadas 2 mil víctimas del conflicto armado.
La petición fue hecha durante una reunión celebrada en el municipio La Macarena, en el departamento del Meta, a la que asistieron los congresistas del Parlamento Europeo y habitantes de la región.
Córdoba, senadora del Partido Liberal, dijo que se trata de la fosa “más grande de América Latina” y pidió a la comunidad internacional que preste atención al caso para que las autoridades colombianas investiguen lo ocurrido.
Cepeda comentó que informes de la Procuraduría General (Ministerio Público) también han dado cuenta de la existencia de la fosa, aunque hay versiones que el número de personas enterradas sería de 400. “Lo único que se sabe es que hay un sitio donde están enterradas personas, que no es el cementerio del municipio, que una unidad militar era la que tenía el control”, dijo. DPA
Nota tomada del diario caraqueño “Últimas Noticias”, de fecha 23-07-10. Pág. 48

lunes, 5 de julio de 2010

CONSTITUCIÒN DE 1811, INDEPENDENCIA Y ENGENDRO DE BOVES


CONSTITUCIÒN DE 1811, INDEPENDENCIA Y ENGENDRO DE BOVES

ELIGIO DAMAS

Aquel 5 de julio de 1811, se declaró la independencia, puso fin a la etapa iniciada el 19 de abril del año anterior y promulgó nuestra primera constitución. A partir de ese momento se iniciará una dura jornada de guerras, tropelías, en gran medida determinadas por los privilegios que la magna carta asignó a los mantuanos. Aquel documento, cuya intención fue otra, fortaleció la política antiindependentista y caudillos sin norte preciso. Basta leer “El Manifiesto de Cartagena”, escrito por Bolívar en 1812, para comprender en algo estas cosas, y no dejar de lado las que no mencionó por diferentes razones, como la visión clasista que para aquel momento le atrapaba y su insuficiente formación para comprender la coyuntura.
Aquel lanzazo que en la sabana de Urica, salido de las manos del cuerpo “rompe líneas”, atravesó “de parte a parte” al asturiano José Tomás Boves, en cierto modo cerró el duro capítulo de historia nacional iniciado con la Constitución de 1811. Puede decirse que esa tarde del año 14 además se hirió de muerte la política que marginaba de la guerra por la independencia a las masas de pobres y negros de Venezuela.
José Tomás Boves, nacido en Asturias, una región española de la que poco sabía y quizás menos sintiese, porque llegó a esta parte de América cuando apenas era un niño, se percató en medio de la guerra, que la mayoría de los hombres - negros, mulatos y hasta blancos - signados por la pobreza extrema, poco apego sentían por las consignas independentistas o la heráldica española. Quien con el tiempo se convertiría en un feroz caudillo, había pasado su vida entera entre peones y esclavos por lo que conoció el sentir de esos hombres.
El “terrible asturiano”, fue en cierto modo un producto de nuestra primera carta magna. Y a ella, en gran medida, corresponde la responsabilidad de la prolongación y crueldad de la guerra de independencia. Fue elaborada por un pequeño grupo de intelectuales y propietarios de aquella sencilla sociedad colonial. Y quizás, para ser justos, a aquellos hombres inexpertos le resultó muy difícil asumir un proceder diferente por los prejuicios y pesada carga de una cultura poco propicia a la audacia y desprendimiento.
Por esas cosas y por decidir sin sentir el peso de la opinión de un pueblo en movimiento, la Constitución de 1811 estableció un régimen electoral censitario. Sólo podrían elegir y ser elegidos quienes tuviesen propiedades y dinero. Excluyó políticamente a los pobres. Condenó a esclavos y parias a seguir siéndolo. Convalidó la esclavitud. Además, leyes derivadas de ella, establecieron que el ganado orejano, que deambulaba en el llano, sin hierro, que el llanero utilizaba con libertad para su sustento, pasaba a ser de los dueños de fincas. Un derecho de todos fue confiscado a favor de los semejantes a los hombres de nuestro primer Congreso Constituyente.
Richard Vawell, escritor inglés, testigo fiel de los acontecimientos de Venezuela, después de los años 1816 ò 17, en sus obras, refiere como para esa época, el llanero aún mantenía la costumbre, quizás recuperada en esos años de guerra de diferente signo, de considerar el ganado sabanero como suyo, cual simple pieza de cacería.
En aquella fractura se insertó José Tomás Boves. Sus prédicas contra propietarios de esclavos, tierra y ganado, más que a favor de España, lo hicieron el caudillo más popular y poderoso de esa etapa de historia nacional. Multitudes entusiasmadas le siguieron durante los tres años que asoló a Venezuela y casi destruyó la resistencia pro-independentista.
En Urica murió Boves y sus consignas, para fortuna de la patria, las levantó en los llanos occidentales el catire José Antonio Páez. La guerra por la independencia tomó otro carácter y ya no estaría signada por los exclusivos intereses del Marqués del Toro y los mantuanos.

jueves, 3 de junio de 2010

¿POR QUÈ NO, NEGRO PRIMERO, AL PANTEÒN NACIONAL?

¿POR QUÈ NO, NEGRO PRIMERO, AL PANTEÒN NACIONAL?

Eligio Damas

De 1816 al 21, son cinco años. Parecieran pocos. Pero cuando se pasan en el fragor de la guerra, formando parte dirigente de la expuesta vanguardia de un cuerpo de caballería que combate con constancia, tenacidad, se transforman en muchos y largos como una culebra. La pólvora se introduce en el hocico y las heridas al cuerpo han invadido. Al final, se entrega la vida con generosidad en una de aquellas arremetidas colosales y portentosas. Esa fue la vida de Pedro Camejo, en el lapso mencionado.
Ahora, uno se pregunta, como tantas veces en la edad juvenil, cuando leíamos y releíamos “La Venezuela Heroica”, de Eduardo Blanco, ¿por qué Negro Primero, no está en el panteón nacional? ¿Por qué nadie lo solicita?
No pensábamos que allí llegase José Leonardo Chirinos, pero por inocentes veíamos con pulcritud la presencia del Marqués del Toro.
Nos respondíamos con criterio racional y clasista, diciéndonos y diciendo: Porque fue negro. Agregábamos que la mayor concesión que, en ese sentido, hizo la oligarquía de origen y por “trepadera”, fue a admitidos y declarados como mestizos. Por supuesto, en todo caso no hicieron más que reconocer a esos héroes, de verdad verdad, sus indiscutibles méritos. Pero hasta allí.
Camejo, hizo una heroica campaña como subalterno del “taita”. Quizás no hubiésemos reparado en él, si a Eduardo Blanco, por esos rasgos épicos y hasta estados emocionales usados por los narradores de historia al estilo romántico, como eso de exaltar al héroe y la “insignificante” figura popular, que en fin de cuentas hace la historia”, no se le hubiese ocurrido meter en su libro aquello de “General, vengo a despedirme de usted porque estoy muerto”. Fue esta frase, del autor de la conocida obra venezolana y dentro de ella misma, que proyectó a Camejo al Olimpo y le hizo un héroe popular entre los venezolanos. Pero no dentro de la oligarquía y oficialismo, por lo menos no tanto como para meter sus huesos en el Panteón Nacional.
Pero quienes allí no lo llevaron, pese a que Eduardo Blanco lo enterró hondo en el corazón de los venezolanos, hasta allá dentro donde no llegaron unos cuantos de quienes si están en el cementerio de los reconocidos, no dijeron que fue por negro, sino por haber participado antes en la filas realistas.
Si esto es verdad, tiene uno derecho de creer que en esta época no pensamos llevarle, porque hemos heredado la factura que la oligarquía o la derecha de siempre, contra él tiene en el archivo. Es como si la vanguardia de hoy, que no es totalmente aséptica, le estuviese cobrando al pueblo, de manera indiscriminada, su pasado.
También sería esa actitud, que le cobra a Camejo su actuación antes de 1816, una demostración de ignorancia. Para un negro, esclavo como él lo fue, en una región donde los mantuanos criollos, dirigentes de la primera república, eran también los grandes propietarios de tierras y usufructuarios de la mano de obra esclava, nada más racional que combatirles. Muerto Boves, oyendo hablar a los republicanos como Bolívar de abolicionismo y la aparición de líderes del pueblo como José Antonio Páez, Camejo fue inteligente para encontrarse allí.
Seguir con esa factura en la mano es un anacronismo.
Es posible que alguien diga, sin que le falten razones, que Camejo no fue sino un oficial inferior sin los puntos necesarios para llegar al panteón. Criterio que pareciera ser digno de respeto. Aunque en el recinto hay más de uno como coleado. Pero “Venezuela Heroica” o mejor dicho, Eduardo Blanco, hizo mención específica de Negro Primero, no de otro, y lo hizo para resaltar a través de su figura y aquel momento estelar, su muerte, en la grandeza de la batalla de Carabobo, donde los jinetes de Páez se cubrieron de gloria, la trascendente e invalorable contribución en la guerra de independencia de los descendientes de los venidos de África. José Leonardo, el de los alzados de la sierra coriana, un iniciador, representa otro momento de la historia venezolana y aporte muy significativo de aquella gente.
No sería sensato que quienes están más obligados a reconocer los méritos de hombres como Camejo, por soldado heroico y representante de la africanidad, sigan ignorándolo y tomando otros caminos, porque aquel estuvo al servicio de Páez. Lo que sería como pasarle una factura doble sin que ninguna deba. O derivar una actitud de un discurso mal interpretado.

viernes, 21 de mayo de 2010

CHÀVEZ CON 58 % DE APROBACIÒN DESPUÈS DE 11 AÑOS DE GOBIERNO


CHÀVEZ CON 58 % DE APROBACIÒN DESPUÈS DE 11 AÑOS DE GOBIERNO


Por: “Últimas Noticias”. Fecha de publicación 21-05-10

Caracas, mayo 21.- De acuerdo al último estudio realizado del 04 al 14 de mayo por el Grupo de Investigación Social (GIS XXI), 58.2 % de los venezolanos califica de forma positiva la gestión del presidente Hugo Chávez.
La medición señala que su mayor aprobación en los sectores populares (clases D y E) alcanza 58.2 % y 63.8 % respectivamente.
El grupo de investigación sostiene, de acuerdo al estudio, que el 63.8 % de los venezolanos considera que “Chávez ha generado cambios positivos para el país”.
En cuanto a la oposición, las cifras señalan que tiene un rechazo de 53.6 %.

Ficha Técnica
Este análisis se hizo en base a 2500 entrevistas distribuidas proporcionalmente según el número de electores en 24 Estados.
Nivel de confianza: 95 %. Margen de error: 2%
Realización de los trabajos de campo: 04 al 14 de mayo 2010.
Tomado de Aporrea.Org.

martes, 18 de mayo de 2010

DECLARACIONES DE PIEDAD CÒRDOBA


PIEDAD CÒRDOBA:
“ME SIENTO MUY ORGULLOSA QUE AMÈRICA HAYA PARIDO UN HOMBRE TAN GRANDE COMO CHÀVEZ”

DECLARACIONES EN LA CUMBRE DE LOS PUEBLOS EN MADRID.

Por: Ciudad CCS-Agencias

Madrid, mayo 18.- La senadora colombiana Piedad Córdoba consideró desafortunado que la vicepresidenta del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, afirmara que España seguirá apoyando el modelo de lucha contra las FARC del actual presidente de Colombia, Álvaro Uribe.

Córdoba participó en un acto en Madrid de la Cumbre de los Pueblos, alternativa a la Cumbre UE y América Latina y Caribe (ALC) que se efectúa en la capital española.

La senadora colombiana, artífice de la liberación de una docena de secuestrados por las FARC, hizo hincapié en la libre autodeterminación de los pueblos y abogó por una solución política y negociada del conflicto social y armado que vive Colombia.

Asimismo, afirmó que “el Estado español no ha podido desembarazarse del falangismo”, y declaró que es triste que no se pueda investigar a los desaparecidos, en alusión a la reciente inhabilitación del juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, por parte del Consejo General del Poder Judicial español (CGPJ).

La senadora, que recordó la figura de Dolores Ibàrruri, la líder comunista española, entonó su clásico “No pasarán” y consiguió levantar de sus asientos a los varios centenares de asistentes del pabellón de la localidad madrileña de San Fernando de Henares, convocados por la asociación española “Enlazando Alternativas”.

También ensalzó al presidente boliviano Evo Morales, invitado al acto y quien finalmente no pudo asistir, y al presidente venezolano Hugo Chávez, junto a quien medió en 2009 para la liberación de un grupo de secuestrados por las FARC a petición del propio Uribe.

“Me siento cada vez más orgullosa de hombres como Evo Morales, y de que América haya parido a un hombre tan importante y grande como Hugo Chávez”.

Córdoba mencionó los cinco mil falsos positivos que existen en Colombia, los asesinatos de civiles anónimos para ser presentados por el Ejército como caídos en combate, y aseguró que son crímenes a sangre fría contra vecinos de mi país para fortalecer las bases de la discordia.

También pidió que se saque de la lista de terrorismo internacional a las FARC, y exigió “la negociación política del conflicto social y armado de Colombia”.
“En Colombia hay 250.000 desaparecidos; en los últimos tres años han desaparecido casi 40.000 personas”, agregó.
Noticia tomada de Aporrea.Org.

domingo, 16 de mayo de 2010

ELECCIONES COLOMBIANAS


ELECCIONES COLOMBIANAS

COLOMBIA APOSTARÌA POR MOCKUS Y LA ALTERNANCIA

RAFAEL SANTOS, DIRECTOR DEL DIARIO “EL TIEMPO”, PRONOSTICA QUE LAS PRESIDENCIALES EN SU PAÍS SE DECIDIRÁN EN LA SEGUNDA VUELTA.

Guadalajara, Jalisco (16-may-2010).- El ascenso sorpresivo y vertiginoso del candidato a la presidencia de Colombia, Antanas Mockus, refleja el clima de hastío y de rechazo al gobierno del presidente Álvaro Uribe, afirma en entrevista el director del diario bogotano “El Tiempo”, Rafael Santos.
De visita por Guadalajara, dice que Mockus, candidato del Partido Verde, tiene una ligera ventaja en las elecciones a celebrarse el domingo 30, aunque de darse el triunfo, éste llegaría en una segunda vuelta debido a lo reñido de las preferencias. “Yo creo que lo que está pasando ni se lo imaginó, Mockus conlleva un poco la frescura, el refrescar el discurso sobrecargado ya fatigoso del presidente Uribe”.
¿Cuál es el clima electoral que se percibe en Colombia?
Colombia no asistía a unas elecciones más interesantes y más reñidas en los últimos 40 años, creo que la decisión de la Corte constitucional (de determinar no reformar la Constitución para permitir una nueva reelección del presidente Álvaro Uribe) desató un proceso electoral con muchas sorpresas, como el vertiginoso ascenso del profesor Antanas Mockus; creo que vamos a asistir a unas elecciones sin antecedentes en Colombia.

¿Cómo llegan los candidatos, cuáles son las preferencias?

Juan Manuel Santos (del Partido de la U y ex ministro de Defensa de Álvaro Uribe) llega como un continuador de la obra de Uribe, quien a pesar de la inmensa cantidad de problemas que ha tenido (con interferencias legales sin orden judicial y amedrentamiento a candidatos y a periodistas, por parte de un organismo de inteligencia que depende directamente del presidente), sigue siendo un hombre popular, está sobre 70 % de reconocimiento (popularidad), aunque tengamos la tasa de desempleo más alta en 25 años, y Juan Manuel aparece como el sucesor del presidente.
¿Qué dicen las encuestas?, ¿el electorado prefiere la continuidad o el cambio?
No me sorprendería que el voto del 30 de mayo castigue la continuidad y premie la alternancia en el poder, que pondere la legitimidad democrática que propone el profesor Mockus contra la seguridad democrática que encarna el presidente Uribe y su candidato Santos.
El origen extranjero (lituano) de Mockus ha sido favorable, positivo; demuestra que el país tiene una madurez política interesante, que no necesariamente los candidatos tienen que ser bogotanos o antioqueños, o santafereños, como no lo encara el presidente (Hugo) Chávez, que dice que no le gusta la burguesía santafereña. Entonces creo que hay un reconocimiento de que un hombre inteligente de origen netamente extranjero, inmigrante de segunda generación, puede llegar a la presidencia de la República con un discurso fresco e innovador.

¿Hay posibilidad de segunda vuelta?

Creo que esto va ser muy difícil que termine en la primera vuelta. Esto se va a ir a una segunda vuelta, porque las diferencias no son tan grandes entre el primero y el segundo en las encuestas y ahí van a jugar un papel fundamental los partidos pequeños, los que no pasen en la primera vuelta. Yo anticiparía una identidad muy clara entre el Partido Liberal y el candidato Mockus, además de un apoyo de una parte de los conservadores y del Partido Cambio Radical, del candidato Germàn Vargas Lleras, (se aliaría) con el Partido de la U del candidato Juan Manuel Santos.
¿De haberse aprobado en el Congreso una nueva reelección del presidente Álvaro Uribe, cree que haya salido avante para un tercer mandato?

Un tercer mandato de Uribe hubiera sido funesto para la institucionalidad del país. Eso ha provocado que el candidato Santos no esté teniendo el éxito que pensaba, porque si hay una saturación con el estilo del Gobierno del presidente Uribe, que en los últimos dos años hizo crisis por su insistencia en la reelección y apeló a cualquier cantidad de violaciones de la ley.

Son conocidas las fricciones entre Colombia y Venezuela, ¿los candidatos han tenido una postura con respecto a sus países vecinos?

Lo han hecho, todos obviamente con un lenguaje muy moderado, sobre todo con el presidente (de Venezuela, Hugo) Chávez, con el presidente (de Ecuador, Rafael) Correa ya hay más aproximación, hay un proceso construido con mucha paciencia en camino.
Chávez ha cometido la torpeza de intervenir en el proceso electoral colombiano con declaraciones muy agresivas contra algunos candidatos. Es un hueso muy duro de roer para cualquiera que llegue a la presidencia en Colombia porque tiene un proyecto político que riñe con el proyecto colombiano, no veo fácil que un nuevo Gobierno pueda armar con facilidad las relaciones con Venezuela, yo creo que van a seguir en muy malos términos las relaciones entre ambos países, desafortunadamente.

Tomado de INFORMADOR.COM.MX

viernes, 14 de mayo de 2010

ELECCIONES COLOMBIANAS 2010



ENCUESTA SOBRE ELECCIONES COLOMBIANAS

EN ENCUESTA DE DATEXCO MOCKUS 32.8% Y SANTOS 29.3%
El tiempo.com
Viernes 14 de mayo de 2010

Según el más reciente Opinòmetro de Datexco, en caso que existiera una segunda vuelta entre Antanas Mockus y Juan Manuel Santos, el candidato del Partido Verde obtendría un 47,9 % y el aspirante de la U (Santos) tendría 33,6 %.
En el sondeo del Centro Nacional de Consultaría contratado por el noticiero CM, divulgado la noche del jueves, en la primera vuelta Juan Manuel Santos alcanza 38% y Antanas Mockus 36%. En el tercer lugar se ubica Noemí Sanìn con el 9%, seguida por Gustavo Petro y Germàn Vargas Lleras con el 4% y Rafael Pardo con el 3%.
En la encuesta del CNC, en la segunda vuelta, se presentaría un empate entre Antanas Mockus y Juan Manuel Santos con el 47%.
En el Opinòmetro se consultaron a 1200 personas, pero 950 manifestaron su intención de voto para las primeras elecciones. Se llevó a cabo en 37 municipios del país entre el 11 y 13 de mayo.
En la encuesta de Datexco revelada la semana pasada, Antanas Mockus alcanzó un 37 % y Juan Manuel Santos un 25,2 % para la primera vuelta. Además, la candidata del En el sondeo de hace una semana, Antazas Mockus consiguió 52 % y Juan Manuel Santos un 30,5 % para la segunda vuelta.
Estos fueron los resultados del Opinòmetro revelados hoy.
-Si las elecciones a la presidencia de la República fueran mañana y se presentaran los siguientes candidatos ¿Usted por cuál de ellos votaría?
Antanas Mockus:32.8 %. Juan Manuel Santos: 29,3 %. Gustavo Petro: 7,5 %. Noemí Sanìn: 5.6 %. Germàn Vargas Lleras: 4,3 %, Rafael Pardo: 3,1 5.
Jaime Araujo: 0,4 %. Jairo Enrique Calderón: 0,0 %. Robinson Alexander Leiva: 0,0 %. Voto en blanco: 3,4 %. No sabe: 10.4 %
En caso de existir una segunda vuelta en la elección presidencial entre Antanas Mockus y Juan Manuel Santos, usted por cuál candidato votaría?
Antanas Mockus; 47.9 %. Juan Manuel Santos: 33.6%

Tomado de Analìtica.Com

lunes, 10 de mayo de 2010

ELECCIONES COLOMBIANAS



ELECCIONES COLOMBIANAS

Publicado por: ELIGIO DAMAS
Portal Venezuela

SANTOS Y MOCKUS IGUALAN EN LA INTENCIÒN DE VOTO

Noticia y título tomado de: EL UNIVERSAL

Bogotá, 08-05-10.- El candidato oficialista del partido de la U, Juan Manuel Santos, y el líder del opositor Partido Verde, Antanas Mockus, se encuentran en un empate técnico en intención de voto a tres semanas de las elecciones presidenciales de Colombia, reveló el domingo una encuesta.
El resultado del sondeo de la firma Pisos-Napoleón Franco confirma que la actual campaña electoral es una de las más disputadas en la historia reciente y que los dos candidatos están en un empate técnico, matemático y político, de acuerdo con analistas, con miras a los comicios del 30de mayo, indicó Reuters.
La encuesta estableció que Santos, ex ministro de Defensa del presidente Álvaro Uribe, tiene un 35 por ciento de intención de voto, mientras que Mockus, ex alcalde de Bogotá y matemático de origen lituano, un 34 por ciento.
Pero en una segunda vuelta, Mockus vencería a Santos al obtener el 48 por ciento de la intención de voto, frente a un 41 por ciento del candidato del Partido de la U.
El sondeo de la Ipsos Napoleón Franco, muestra un repunte de seis puntos de Santos desde el 29% que registró hace dos semanas en el estudio de la misma firma y una caída de cuatro puntos del candidato del Partido Verde, que bajó de un 38% a un 34%.
El duelo Santos Mockus sólo es comparable con los que en 1994 sostuvieron Ernesto Samper y Andrés Pastrana y, cuatro años después, Andrés Pastrana y Horacio Serpa.
Pero se diferencia de las victorias que logró Álvaro Uribe en las elecciones del 2002 y 2006, cuando ganó cómodamente en primera vuelta.
Mockus, conocido en Colombia por haber sido alcalde Bogotá en dos oportunidades y por excentricidades como mostrar el trasero a un grupo de estudiantes cuando era rector de la Universidad Nacional y por casarse en un circo, ha ganado espacio entre los electores por representar un cambio y un voto de protesta contra la política tradicional, según analistas.
El cansancio de los electores por denuncias de corrupción e intercepciones telefónicas ilegales en el gobierno de Uribe, sumado al nexo de congresistas con paramilitares de ultraderecha, alimentan el apoyo al candidato del Partido Verde, pese su descenso en la última encuesta.
Mockus tiene un programa de gobierno similar al de Santos y otros candidatos, pero su discurso de honestidad, transparencia, decencia y legalidad ha sido bien acogido por los votantes, de acuerdo con expertos.
Santos ha sido perjudicado por los escándalos del actual gobierno, aunque esos problemas no golpean la popularidad de Uribe, que se ubicó en un 68% en el más reciente sondeo.
Menos apoyo
En la medición ocupó el tercer lugar la candidata del Partido Conservador, Noemí Sanìn, con un 8%, seguida por Rafael Pardo, del Partido Liberal, y Gustavo Petro, del Polo Democrático, con un 4% cada uno.
En tanto, Germàn Vargas Lleras, de Cambio Radical, obtuvo un 3% de adhesiones.
El sondeo confirmó que, aunque la mayoría de los electores están inclinados a favor Santos y Mockus, los dos están lejos de obtener una victoria absoluta, por lo que sería necesario una segunda vuelta el 20 de junio en la que serán decisivas las alianzas con otros partidos y movimientos políticos.
La encuesta de Ipsos Napoleón Franco incluyó 1200 entrevistas en 36 ciudades y municipios con un margen de error de un 3,1 por ciento.

jueves, 6 de mayo de 2010

MARTA HARNECKER: EL CAMINO AL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI


MARTA HACNECKER: EL CAMINO AL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

Repensar el modelo de producción y descentralización

Por HUGO MOLDIZ.- La Epoca (Bolivia)


3 de mayo. 2010- Las relaciones de producción capitalistas, que hasta la fecha han logrado sobrevivir, crean problemas sociales que no han sido resueltos y que afectan gravemente a sus víctimas, la mayoría de la población. El análisis marxista y neo marxista plantea alternativas económicas y políticas sobre la base de la necesidad de predistribución de la riqueza y autogestión de los pueblos sólo posibles si se construye un modelo alternativo al capitalismo que algunos han denominado socialismo del siglo XXI, otros socialismo comunitario.
Marta Harnecker, escritora chilena y pedagoga popular, como a ella le gusta denominarse, se refiere a esta temática en esta entrevista que clarifica su pensamiento y que ella consideró no bien interpretado en una entrevista anterior que le hicimos en marzo pasado.
¿Qué piensas tú del marxismo cuando hoy estamos construyendo en América latina experiencias que se alejan mucho de los planteamientos marxistas ortodoxos?
Marta Harnecker (MH).- Para mi el marxismo nunca ha sido un dogma. Aprehendí de Althusser que Marx sólo había puesto las piedras angulares de la nueva ciencia de la historia, que si la realidad cambiaba había que elaborar nuevos conceptos para dar cuenta de esas nuevas realidades. Yo no he encontrado una explicación más coherente del funcionamiento del capitalismo que aquella que da Marx.
Sin embargo, creo que no hemos sido capaces de elaborar una crítica del capitalismo de hoy – el capitalismo de la revolución de la información – y más aún del capitalismo llamado periférico, con la profundidad y la amplitud con que Marx hiciera la crítica de su época. Sabemos que la futura sociedad que queremos construir no va a surgir de nuestras cabezas y deseos sino de la superación de las contradicciones de la actual sociedad y de la adecuada orientación que se dé a sus potencialidades. Si nosotros no conocemos bien cómo funciona esta nueva etapa del capitalismo, no vamos a poder elaborar soluciones eficaces para superar sus problemas.


¿Es necesario hacer la recreación de El Capital?

MH.- Más que recreación yo diría actualización. Como te decía, hay que crear nuevos conceptos para dar cuenta de las nuevas realidades. Pero no sólo falta este análisis crítico del capitalismo de hoy. Tampoco podemos ignorar lo que ocurrió al socialismo soviético. El hecho de que éste se viniera abajo en tan poco tiempo y que nadie en el mundo lo hubiera previsto, ni siquiera sus mayores enemigos, que hicieron todo por destruirlo, plantea a la izquierda un gran desafío. Creo que debemos estudiar esas experiencias a fondo y sacar de ellas las enseñanzas pertinentes para no cometer los mismos errores del pasado.

Si se analiza la crisis actual, se comprueba la vigencia de las reflexiones de Marx sobre el capitalismo. Los intelectuales han vuelto a interesarse en su pensamiento. No es Marx el que ha fallado, hemos sido los marxistas latinoamericanos los que, en muchos casos, hemos analizado nuestra realidad con esquemas prehechos, de allí que en nuestros análisis sólo hablábamos de clase obrera y campesinado, desconociendo la importante presencia indígena en muchos de nuestros países. Yo estuve en Bolivia en la época del general Torres, en 1971, junto con Theonio Dos Santos y Rui Mauro Marini, nos reunimos con representantes de todos los grupos de izquierda de es época en ese país y en sus análisis sólo se habló de clase obrera. El factor indígena estuvo completamente ausente de la conversación. Tampoco tomábamos en cuenta el papel del cristianismo revolucionario. Esos son errores de los marxistas, no de Marx. No podemos atribuirle a Marx esa falta de análisis. La ciencia de la historia, estuvo mucho tiempo estancada porque se transformó en dogma, se la repetía como manual y no se la empleaba como instrumento de análisis.

Por supuesto que la clase obrera industrial de la época de Marx ya no existe hoy. En lugar de existir una gran clase obrera concentrada en barrios obreros, con conciencia de clase, tenemos hoy una clase obrera debilitada por las políticas neoliberales de flexibilización laboral, subcontratación, etcétera. La clase que según Marx iba a ser la sepulturera del sistema capitalista, hoy se encuentra fragmentada, dividida, debilitada. Tenemos que repensar el concepto de trabajador hoy. La fuerza de trabajo explotada por el capital no está sólo en las grandes industrias y servicios sino en una gama de formas productivas y servicios que van desde las empresas subcontratistas pasando por la economía informal hasta el trabajo familiar. Todas estas formas entran de una u otra manera dentro de la red de explotación capitalista. Debemos pensar en un concepto de trabajador que las abarque a todas ellas. Debemos luchar por los derechos del trabajador que vayan más allá de su centro de trabajo.

¿Bolivia está en condiciones de dar un salto a una sociedad no capitalista?

MH.- Yo te diría que no se trata de dar un salto, se trata de ir avanzando en esa dirección. Creo que hay que recuperar las tradiciones y valores comunitarios, socialistas, que se están perdiendo. Cuando yo vengo (a Bolivia) hace dos años me dicen: “Nuestras comunidades tenían ciertos valores, pero la cultura capitalista está penetrándolas”, entonces de lo que se trata es de rescatar esos valores. Tampoco se puede rescatar todo, ese es el error de quienes piensan que tenemos que volver al pasado, no es la idea volver al pasado, sino rescatar los valores universales de la sociedad solidaria, humanista, preocupada por el desarrollo humano y el respeto a la naturaleza, y obviamente tomar de la modernidad el desarrollo de la civilización, de los elementos nuevos que liberan al hombre. Esas máquinas que el capitalismo usa para explotar, nosotros tendríamos que utilizarlas para liberar a la persona que trabaja, para impulsar un desarrollo que satisfaga las necesidades humanas.

¿Qué papel juega la propiedad privada y la propiedad social en el socialismo del siglo XXI?

MH.- Como marxistas sabemos que la forma en que se distribuye el producto social depende de la forma en que se encuentran distribuidos los medios de producción (fábricas, minas, tierras, servicios) en cada país, es decir, de quien es propietario de estos medios. Por eso, si queremos redistribuir la riqueza social en forma más equitativa, es básico que al menos los medios de producción fundamentales no sean acaparados por unos pocos y utilizados para su propio beneficio, sino que sean de propiedad colectiva, de propiedad de todo el pueblo.

Tú hablas de propiedad colectiva, de propiedad de todo el pueblo, ¿eso es lo mismo que propiedad estatal?
MH.- El socialismo del siglo XX tendió a identificar con la propiedad colectiva la propiedad estatal, a pesar de que Lenin insistió en que no era lo mismo estatizar que socializar la propiedad. Por eso es tan importante distinguir entre la propiedad formal y la apropiación real. El Estado representa formalmente al colectivo, pero para que el colectivo se apropie realmente de los medios de producción se requiere mucho más que un simple acto jurídico de expropiación de los capitalistas y de paso a manos del Estado de esos medios de producción.
Lo que ocurrió en la Unión Soviética y en la mayoría de los países que siguieron su ejemplo, no fue una real apropiación del proceso productivo por parte de los trabajadores, sino una simple estatización de los medios de producción. Estos dejaban de ser propiedad de unos pocos, para pasar a ser propiedad del Estado que supuestamente representaba a los trabajadores del campo y la ciudad. Sin embargo, el proceso el proceso productivo mismo sufrió muy pocas modificaciones: la gran fábrica capitalista se distinguía poco de la gran fábrica socialista, los trabajadores seguían siendo un tornillo más de la fábrica, tenían muy poca o nula participación en la toma de decisiones en su centro de trabajo. Ese capitalismo de Estado mantenía la organización jerárquica de la producción, el gerente tenía un poder “dictatorial” y las órdenes se trasmitían de arriba hacia abajo. El papel de los trabajadores era cumplir con la meta establecida, es decir, los trabajadores servían como correas de transmisión de las directivas estatales. Ese capitalismo de Estado – que Lenin veía como un primer paso para salir del atraso y una de las varias relaciones de producción existentes en el período de transición – llegó a transformarse en la meta del socialismo del siglo XX.

Has hablado de que los trabajadores se apropien del proceso de producción ¿podrías explicar más esta idea?
MH.- Apropiarse del proceso de producción es poder participar en la organización de la producción, en la toma de decisiones acerca del destino del producto, en la definición de la jornada laboral, etcétera. El trabajo, elemento central del nuevo modelo económico, en lugar de alienar a la persona que trabaja, debe permitirle combinar el pensar con el hacer para que al trabajar la persona vaya alcanzando su pleno desarrollo como ser humano y social. Los trabajadores y trabajadoras deben ser protagonistas en sus respectivos centros de trabajo.
El socialismo del siglo XXI no puede permitirse mantener intocables procesos laborales que alienan al trabajador o trabajadora, no puede mantener la división entre trabajo manual y el trabajo intelectual. La persona que trabaja tiene que estar informada del proceso de producción en su conjunto, tiene que ser capaz de controlarlo, de poder opinar sobre los planes de producción. Hacia allí hay que caminar.

Pero, ¿están los trabajadores preparados para participar en el manejo de la empresa?

MH.- No, no lo están, justamente porque el capitalismo nunca le ha interesado compartir con los trabajadores los conocimientos más técnicos acerca del manejo de la empresa, y aquí me refiero no sólo a los aspectos relacionados con la producción, sino también a los relacionados con la comercialización y el financiamiento de la empresa. Concentrar esos conocimientos en manos de la gerencia ha sido uno de los mecanismos que ha permitido al capital explotar a los trabajadores y trabajadoras. Por eso, uno de los primeros pasos que se debe dar para avanzar en el proceso de autogestión en las empresas, es permitir que los trabajadores y trabajadoras se apropien de esos conocimientos y para poder hacerlo, deben poder formarse. Debemos ir pensando en jornadas laborales que incluyan una o dos horas de preparación de los trabajadores de los trabajadores para la gestión de las empresas. Si no se hace esto la autogestión de los trabajadores termina por ser una gestión del personal técnico que es quien realmente decide en esas empresas. Eso fue lo que ocurrió en la autogestión yugoslava.

Y también ocurrió que hubo un desarrollo muy desigual de las empresas, ¿no?

MH.- Qué bueno que me preguntas esto, porque creo que el punto débil de la autogestión yugoslava estuvo en no entender que los excedentes de una empresa autogestionada no podían ser acaparados sólo por ese grupo específico de trabajadores, sino que tienen que ser compartidos con la comunidad local o nacional según sea el caso. El modelo económico que queremos construir debe estar orientado a satisfacer las necesidades humanas de los habitantes del país, no puede limitarse a producir en forma más participativa dentro de la empresa sin tener en cuenta al resto de la población. Eso fue lo que no se tuvo suficientemente en cuenta en Yugoslavia. Hubo intentos de cumplir con este objetivo mediante un sistema de impuestos, pero estas medidas fueron combatidas por los propios trabajadores imbuidos de espíritu individualista.

¿Se opone la propiedad social socialista a la propiedad individual como la oposición trata de convencer al pueblo?

MH.- En todos los países en que hemos querido transitar una hacia una sociedad socialista, las fuerzas reaccionarias hacen un gran esfuerzo por asustar a la población para ponerla contra nuestros gobiernos difundiendo una cantidad de ideas falsas. Una de ellas es que a las personas se les quitarán todos sus bienes y estos pasarán al Estado. Eso ocurrió en Chile, en Venezuela, y está ocurriendo en Bolivia y Ecuador. Aquí es importante distinguir entre propiedad de los medios de producción y propiedad de los medios de consumo. La propiedad social de los medios de producción (fábricas, empresas, yacimientos) no se contrapone a la existencia de propiedad individual de una serie de bienes que las personan poseen para vivir en forma más o menos confortable. A estos bienes se les llama bienes de consumo. Por el contrario, el socialismo, al entregar más recursos a la gente da más posibilidades a esas personas para que sean dueñas de más bienes (televisor, refrigerador, artículos electrodomésticos que facilitan el trabajo en el hogar) y tengan acceso a más servicios (salud, educación).
Contrariamente a lo que dice la oposición, la propiedad social de los medios de producción estratégicos favorece a la propiedad privada. Nunca Marx pensó que había que quitarle a una familia estos bienes de uso personal. Por otra parte, el Socialismo del siglo XXI no sólo respeta la propiedad privada de los bienes de consumo sino también la propiedad de pequeñas y medianas empresas y servicios siempre que contribuyan a generar empleo y que produzcan para satisfacer las necesidades de la gente.

¿El desafío de los gobiernos latinoamericanos es propiciar cada vez más la participación del pueblo en la conducción real del país?

MH.- Exacto, ese es uno de los criterios para saber si un gobierno está avanzando al horizonte socialista, hay otros criterios pero ese es el principal, porque el socialismo no se puede decretar desde arriba, no se puede construir sin protagonismo popular. Por eso el socialismo soviético se derrumbó, el pueblo no se sintió constructor de la nueva sociedad.

¿Podemos decir que estamos en período de transición al socialismo en América Latina?

MH.- Yo creo que nuestra transición es diversa a la transición que Marx pensó: él pensó que el socialismo iba comenzar a construirse en los países más desarrollados desde el punto de vista capitalista. Pero la revolución socialista surgió en Rusia, en uno de los países más atrasados de Europa y el gran desafío fue avanzar al socialismo a partir de esa realidad. Conquistando todo el poder del Estado, ese proceso logró salvar al pueblo ruso del hambre, le dio salud, educación. No hay que desconocer esos logros, porque mucha gente cuando critica al socialismo real se olvida de que esos esfuerzos socialistas permitieron que la gente saliera del atraso, que sus pueblos pudieran comer, educarse, etcétera. El gran problema entonces fue que esto se hizo desde el Estado, el Estado paternalista solucionaba los problemas de la gente y ésta era mera receptora de los beneficios, pero sin ninguna posibilidad de actuar, de sentirse parte de lo que estaba construyendo.
En América Latina nosotros no empezamos conquistando el poder del Estado, comenzamos conquistando el gobierno, con grandes debilidades. Un aparato de Estado heredado que muchas veces bloquea las decisiones del gobierno, unas fuerzas armadas educadas para reprimir al movimiento popular y defender los intereses de las oligarquías, parlamentos y poderes locales mayoritariamente opositores. Pero esa situación ha ido cambiando. En el caso de Venezuela se hizo la constituyente, esto permitió cambiar la correlación de fuerzas en el parlamento, en los gobiernos locales y además Chávez cuenta con el ejército. La transición pacífica venezolana no tiene nada que ver con la transición pacifica de Allende, en ese caso fue transición pacifica no armada y en Venezuela es una transición pacífica armada. La situación en Bolivia hace un año y medio era catastrófica, era un gobierno que no controlaba al resto de los poderes del Estado, hoy día ha cambiado bastante la situación. La responsabilidad actual de nuestros gobiernos es enorme, porque ya no hay argumentos para no poder avanzar; antes no se podía avanzar porque nos estaban bloqueando, ahora mucho depende de cómo el gobierno vaya implementando sus propuestas.

¿En tu último libro “América Latina y el socialismo del siglo XXI” pones especial acento en el tema de la descentralización, ¿a qué se debe esto?

MH.- Lo que pasa es que si nosotros realmente queremos que exista protagonismo popular tenemos que crear espacios que permitan a la gente ser protagonista, es decir, no simplemente limitarse a levantar la mano para aprobar cosas, o participar en campañas del gobierno, sino ser capaz de tomar decisiones y de velar porque éstas se cumplan. Si se decide todo centralmente se está impidiendo que la gente ejerza un verdadero protagonismo.
Se ha hablado mucho contra la descentralización neoliberal, porque el proyecto neoliberal pretende debilitar al Estado, diluir las luchas que antes se concentraban en él en luchas locales con mucha menor influencia a nivel del país. Nuestra descentralización, en cambio, que yo denomino descentralización socialista para diferenciarla de la neoliberal, al promover la existencia de comunidades organizadas que toman democráticamente decisiones, que se sienten construyendo su historia, y que por ello se transforman en los pilares del edificio democrático, contribuye a fortalecer al Estado nacional en lugar de debilitarlo.

Por otra parte, estoy convencida que el burocratismo del que padecen nuestros estados no puede atribuirse sólo a una herencia del pasado, sino a que todavía no hemos sido capaces de descentralizar muchas de las funciones del Estado. Si todo depende de la firma del presidente, o del ministro correspondiente, si muy poco se puede decidir en las regiones, municipios, comunidades, es lógico que el proceso se burocratice, se vuelva más lento, que las autoridades subordinadas no asuman responsabilidades, que se de el fenómeno del peloteo que tanto molesta a la gente.

Creo que deberíamos pensar en descentralizar todo lo que se pueda descentralizar, para que el Estado central asuma eficientemente las tareas que le son propias, aquellas que no se pueden asumir desde abajo sin una articulación central como las de defensa nacional, la de planificación nacional y distribución del excedente de las grandes empresas estratégicas, la política internacional, etcétera. Por supuesto que esta descentralización que llamo socialista implica un pueblo organizado que controle, que revoque a los funcionarios que no cumplen, que ejerza realmente el poder desde abajo, apoyando a su gobierno, fortaleciendo su gestión.

martes, 4 de mayo de 2010

ELECCIONES COLOMBIANAS



Publicado por: ELIGIO DAMAS

Portal Venezuela

Elecciones colombianas


MÀS QUE MOCKUS, QUIEN ESTÀ SEPULTANDO A SANTOS ES EL PROPOIO SANTOS

Por Marciano

Juan Manuel Santos tenía todo a su favor para ganar las elecciones presidenciales colombianas. Tenía el apoyo del capo mayor, Álvaro Uribe. Apoyo de verdad. Con todas las características que tiene el respaldo de la oligarquía de esa nación que cuida con particular esmero a quienes la representan. Mucho más a un Santos, epónima figura de la saga tocada por todos los privilegios, propietaria de medios de comunicación y con fortunas amasadas a la sombra del poder.
Juan Manuel Santos no es liberal, ni conservador, no es de izquierda ni es de derecha ni nada de esas vainas. Es uribista por ahora y no se sabe qué será en el futuro. Como expresión acabada del arrogante sector social que lleva siglos controlando el poder en Colombia, el auténtico, el omnímodo, el garciamarquiano, en el fondo no es un carajo. Nada le importa el rótulo. Es lo que demanden las circunstancias. Por eso fue ministro en gobiernos liberales y conservadores, Y ser uribista no representa para él cambio alguno.
El señor de las sombras necesitaba de alguien como él: sin escrúpulos, sin sentimientos, sin ética. Capaz de cualquier cosa y de justificar las actuaciones más sórdidas. A Santos no se le agua el ojo a la hora de ordenar, por ejemplo, los “falsos positivos”, es decir, el asesinato de personas, campesinos y jóvenes sin ningún nexo con la guerrilla, sólo para amedrentar a la población. Es capaz de violar la soberanía de un país hermano como Ecuador y mentir, inicialmente, sobre el hecho. Es capaz de todo, como buen Santos que es.
Todo indicaba que marcharía por un camino de rosas hacia la Casa de Nariño y así lo indicaban las encuestas. Cabalgaba en ellas con elevados porcentajes, hasta que se le atravesó en el camino un candidato, para mayor humillación del poderoso ex ministro de Defensa, un personaje de origen lituano, desenfadado, irreverente, al extremo de bajarse los pantalones en un acto público para burlarse de aquellos que lo atacaban sin razón y, de ñapa, con un incipiente alzheimer. Pero eso si, honesto y diferente de los hijos de la clase política que a los colombianos le huele a pupo.
Pero más que Antanas Mockus, quien está sepultando a Santos es el propio Santos. Su arrogancia lo hunde. Su desfachatez para considerarse por encima de todo y de todos. Me explico: tanto Uribe como él tenían más o menos controlado el tema del ataque a Ecuador y mediante hábiles maniobras y reiterados cabildeos habían conseguido neutralizar a Correa. Todo iba más o menos bien, hasta que a Santos le salió la casta y en el primer debate de los candidatos presidenciales no se pudo aguantar ante una pregunta sobre la acción armada en territorio ecuatoriano. Si era capaz de repetirla, incluso contra otro vecino, a lo cual sin inmutarse, con la prepotencia de quien no reconoce límites a su obsesión de mando y desprecio a todo cuanto no sea él y su gente, respondió que sí. Y agregó la frase mortal que le echó paletadas de tierra a su candidatura: “Me siento orgulloso de ese hecho”. ¿Cayó en una provocación que para él no es tal? ¡Cayó!
Sin darse cuenta que el pueblo colombiano está harto de guerra y que la sola posibilidad de un conflicto armado con Venezuela o Ecuador, lo aterroriza, Santos se mató como Chacumbele.
Tomado de Diario VEA.- Aporrea.Org. Caracas, 04-05-10

lunes, 3 de mayo de 2010

ELECCIONES PRIMARIAS DEL PSUV EN VENEZUELA


2 MILLONES 539 MIL 852 MILITANTES EN LAS ELECCIONES PRIMARIAS DEL PSUV


Caracas, mayo 3.- Dos millones 539 mil 852 militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) participaron en los comicios internos celebrados este domingo en los 87 circuitos electorales del país, para la elección de los 110 candidatos principales y 110 suplentes a la Asamblea Nacional
Desde la sala de prensa del PSUV en el Hotel Alba Caracas, Cilia Flores, primera vicepresidenta de esta organización política, felicitó a los tres mil 527 aspirantes que participaron en esta jornada electoral.
Al reconocer la gran demostración de civismo de la militancia del PSUV que se movilizó para ejercer su derecho al voto en los tres mil 820 centros de votación, reiteró que la participación de la militancia estuvo por el orden del 38 por ciento.
Flores destacó que los miembros del partido se enorgullecen por estos resultados preliminares de elecciones de la tolda roja, y felicitó a los militantes y a todos los que participaron en el proceso, “Nosotros no vamos a destruir nuestras actas, ni vamos a destruir nuestros libros, porque esa participación quedará para la historia como un testimonio para que recuerden lo que fue una democracia verdadera”, indicó. *
Previo a la presentación de los resultados preliminares de este proceso, agradeció el apoyo técnico brindado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), para garantizar un proceso electoral transparente y confiable.
Fuente: Radio Nacional de Venezuela. Tomado de Aporrea.Org.
*Las palabras de Cilia Flores, toman sentido y dignificado al saber que la oposición, al cierre de las mesas y recién realizados los escrutinios de sus elecciones primarias, optó por destruir todo el material electoral, sin dar explicación alguna de tal proceder.

domingo, 2 de mayo de 2010

CANDIDATOS PRESIDENCIALES DE COLOMBIA PUGNAN POR SER MÀS ANTIVENEZOLANOS



SEGÙN JOSÉ VICENTE RANGEL

CANDIDATOS PRESIDENCIALES DE COLOMBIA PUGNAN POR SER MÀS ANTIVENEZOLANOS

Caracas, 02 de mayo. ABN.- En sus confidenciales, el periodista José Vicente Rangel, destaca la pelea de candidatos presidenciales colombianos por identificarse como antivenezolanos.
“Los candidatos a la presidencia de Colombia pugnan por ser más antivenezolanos y atacar al presidente Hugo Chávez”, dice Rangel en sus confidenciales de este domingo.
Al tiempo que ocultan “los graves errores de la política exterior colombiana”, indicó el periodista.
Rangel citó declaraciones de la candidata a la presidencia de Colombia Noemí Sanìn, quien en un reciente debate con otros candidatos a la presidencia de este país manifestó que ella mandaría a atacar cualquier campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en otro país.
Además de haber expresado sentirse orgullosa por el ataque al campamento de las FARC en territorio ecuatoriano en 2008, realizado por el ejército colombiano por orden del gobierno de Álvaro Uribe, e indicó que lo repetiría en otro país de América Latina.
La última encuesta referente a las elecciones presidenciales de Colombia, realizada por Pisos el 24 y 25 de abril, arrojó como ganador en primera vuelta al ex alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, con 38% sobre el ex ministro de la Defensa de este país, Juan Manuel Santos con 29%.
En una segunda vuelta, el sondeo dio como ganador a Mockus con 50%.
“Ese sería un cataclismo político y derrota exitosa contra Uribe, que está detrás de la candidatura de Santos”, dijo Rangel.
Fuente : Agencia Bolivariana de Noticias. Tomado de Aporrea,

domingo, 25 de abril de 2010

SEGÚN JOSÉ VICENTE RANGEL, ESPÍAS COLOMBIANOS TENÍAN INFORMACIÓN DETALLADA DE INFRAESTRUCTURA VIAL VENEZOLANA


SEGÚN JOSÉ VICENTE RANGEL, ESPÍAS COLOMBIANOS TENÍAN INFORMACIÓN DETALLADA DE INFRAESTRUCTURA VIAL VENEZOLANA

Por ABN-J.V. Rangel-Aporrea.org
25-04-10

La computadora del grupo de colombianos, recientemente detenidos y acusados de realizar labores de espionaje en Venezuela, contenía más de 50 mil tomas fotográficas de la infraestructura vial y de las instalaciones eléctricas de todo el territorio nacional, refirió el periodista José Vicente Rangel.
Durante la transmisión de los Confidenciales, correspondientes al programa José Vicente Hoy, que transmitió este domingo, el canal Televén, el periodista dijo que, “de acuerdo con las investigaciones que adelantan los organismos competentes venezolanos, quien aparece como jefe del grupo es un médico colombiano nacionalizado canadiense, asimilado como coronel del ejército colombiano, que opera en el área de inteligencia, su nombre, Luis Carlos Cossio Palacios, residenciado en Venezuela, desde hace dos años”.
Así mismo, señaló que la computadora de Cossio, “protegida por un sistema de seguridad que permitía borrar las informaciones que enviaba a la central de inteligencia en Bogotá, Colombia, habían más de 100 mil documentos relacionados con el funcionamiento en detalle de todo el sistema eléctrico venezolano”.
Dijo que este material “está siendo activado en la actualidad por expertos venezolanos”.
“probablemente el nerviosismo de las autoridades colombianas, por este caso, se debe a estas circunstancias, a que los comprometidos en las tareas de espionaje fueron cazados con las manos en la masa, y que se trata de un plan de espionaje en Venezuela, montado entre el organismo de inteligencia de los Estados Unidos de Norteamérica (CIA) y el Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia (DAS), dirigido por el presidente Álvaro Uribe, y la probable colaboración del Servicio de Inteligencia Canadiense (CSIS), aseveró José Vicente Rangel.